Actuación en La Carrasca – Calle Andrés Manjón

Alumnos Forestales

En esta zona de La Carrasca – Calle Andrés Manjón se comienza a actuar la semana del 11 de mayo y seguimos trabajando actualmente hasta la finalización del taller de empleo.

Se ha trabajado de manera un tanto discontinua puesto que, en este tiempo, hemos combinado el trabajo de campo con otras actividades, prácticas y de formación en el CPC Pinet, como el montaje de un invernadero y la realización del curso de formación, necesario para obtener el Carnet de usuario profesional de productos fitosanitarios (Nivel Básico).

La característica más destacable de esta masa arbolada es la excesiva presencia de ejemplares de pino carrasco (Pinus halepensis) que, por un exceso de espesura, no han crecido en altura de forma regular y, por tanto, sus fustes se han desarrollado muy inclinados, con escaso crecimiento en diámetro, y poseen un exceso de ramas secas en las partes bajas. Estos ejemplares, son el testigo de la elevada competencia de la vegetación existente por los recursos naturales, principalmente la luz.


En una de las actividades prácticas que se han llevado a cabo, se inventariaron, se marcaron y calcularon los diámetros de los ejemplares de pino carrasco susceptibles de ser apeados, tanto en el límite inferior de la zona, para crear un perímetro de seguridad próximo a las viviendas, como en las partes más elevadas, para mejorar el estado de la masa arbolada. 

En colaboración con los técnicos municipales, se decide que los alumnos del taller inventariarán todos aquellos ejemplares que se deberían apear y se recurrirá a una empresa especializada del sector, para actuar sobre aquellos árboles de mayores dimensiones, los más próximos a las viviendas, así como también sobre aquellos ejemplares en los que su apeo conlleve una especial dificultad para los alumnos del taller, por no disponer de los suficientes medios para llevarlo a cabo de una manera segura.

Las actuaciones que se están desarrollando en esta zona son las siguientes:
  • Poda y aclareo del estrato arbóreo para favorecer su crecimiento; en pinos, principalmente, ramaje seco.
  • Desbroce manual del estrato arbustivo, puesto que la pendiente y la orografía de la zona dificulta el desbroce mecanizado.
  • Retirada de ejemplares arbóreos secos caídos, dispersos por la zona.
  • Inventariado y marcado de los árboles a apear, tanto los que se llevarán a cabo por nuestra parte como aquellos que no, esto es, en el caso de los ejemplares más próximos a las viviendas. De estos últimos, se elabora un informe a petición de la técnico de medio ambiente municipal.
  • Apeo de ejemplares de pino carrasco que han crecido inclinados, aquellos que están secos y los que se encuentran demasiado próximos a otros, dificultando su crecimiento.
  • Erradicación de especies invasoras, Opuntia spp. y Lantana spp., principalmente, en zonas próximas a las viviendas que lindan con la zona de actuación.

La intensidad de nuestra actuación será menor en este caso, puesto que estas tareas serán un poco menos minuciosas que las llevadas a cabo en otras zonas, dada la dificultad que plantea el relieve, tanto por la elevada densidad del arbolado presente, así como por la existencia de pendientes considerables en el terreno. Siendo el riesgo de caída a distinto nivel muy elevado, como hemos podido comprobar cada uno de los miembros de la brigada, en el desarrollo de nuestro trabajo de campo diario.

Se observa que el estado de la masa arbolada en esta zona es muy mejorable, puesto que se necesita actuar durante mucho más tiempo del que estaremos trabajando los alumnos de este taller, con el fin de lograr una mejora real y efectiva de su estado y, además, minimizar considerablemente el riesgo de incendio. Por lo que se recomienda que, a ser posible, se continúe trabajando con regularidad, dada su considerable extensión.

Desde el equipo de la especialidad de forestales del taller insistimos en la importancia y la imperante necesidad de llevar a cabo campañas de concienciación medioambiental, para implicar a los ciudadanos en el cuidado y mantenimiento de nuestro pequeño pero valioso pulmón verde, que evitarían la constante y abundante presencia de restos no orgánicos en la montaña de Santa Ana, así como el mal estado de las sendas de nuestra zona de actuación.