Visita guiada con la técnica de la Oficina de Turismo de Oliva

Alumnas de Turismo

El día 18 de febrero, las alumnas de la especialidad de Información Turística y Atención al Visitante hicimos una práctica conjuntamente con la técnica de la Oficina de Turismo. Todos los miércoles, si hay demanda, la Oficina de Turismo de Oliva ofrece una visita guiada por la Villa y el Raval. Dependiendo de los turistas, la guía habla en inglés, alemán, francés, italiano o español. El día en que hicimos esta práctica, nos acompañó un grupo de turistas belgas. Era un grupo que entendía perfectamente el español, pero prefirieron que durante el recorrido se les hablara en francés.

Saldremos a las 10 de la mañana desde la Oficina de Turismo y entramos en la Iglesia Convento del Rebollet. Rebollet es una imagen religiosa que debe su nombre a su lugar de procedencia, el poblado del Rebollet. Representa a la virgen dando el pecho al niño Jesús. Los historiadores llegaron a la conclusión de que la imagen de la virgen fue realizada a finales de siglo XII o principios del siglo XIII.



La primera parte del recorrido se centra en la Villa Condal, la parte cristiana del pueblo antiguo. Los turistas belgas se mostraron muy interesados ​​en todo momento con la historia de España. Pasamos por el antiguo Enginy, donde en el siglo XVI se trabajaba la caña de azúcar utilizando una rueda hidráulica. Más tarde, en la Plaza de la Bassa, donde paramos, nos explicaron que era el lugar donde se formaba antes la balsa que movía el molino situado junto a la Calle Molí, que en realidad era el que creaba la energía para el funcionamiento de esta industria tradicional Olivense en aquella época.

Seguimos el recorrido por la Calle Moreres (por donde corre subterránea la acequia Madre), que antiguamente estaba llena de cultivos moreras y se trabajaba con la crianza de gusanos de seda. Llegando a la Plaza Alonso, seguimos pasando por el Portalet de la Verge. Vimos la Torre de la Muralla que defendía el acceso a la Villa, fabricada en ladrillo y piedra, y que es la única que se conserva de la muralla que rodeaba Oliva en el siglo XVI.

La Plaza San Roc fue la última parada en la parte cristiana del pueblo. Esta iglesia fue en sus inicios una mezquita. Entre los siglos XVI-XIX se terminó de construir la iglesia sobre lo que fue la mezquita. Se conserva de la época barroca la Capilla del Santísimo Cristo (1725-1749), donde se venera la imagen del patrón de la villa. Cabe destacar los frescos de la cúpula, realizados por Antonio Cortina Farinós.

Los turistas belgas se mostraron fascinados con las huellas dejadas por los árabes en los cinco siglos de ocupación en tierras españolas. Entrando en la Calle Fossar ya estábamos en el Raval de Oliva. En esta calle podemos ver el cementerio cristiano junto a la iglesia. Desde el mirador del Tossalet de Doix hay unas vistas realmente espectaculares de nuestro pueblo y de mar. Los pozos y aljibes de la población del Raval servían para el abastecimiento de la gente en su vida cotidiana. El pozo de l'Alcina es representativo en este sentido. 

La Calle de La Hoz, por la que pasamos también, es el más emblemática del Raval. El suelo se mantiene igual que hace siglos en la época morisca y las casas están construidas sobre las rocas. Desde este punto del recorrido volvimos a bajar a la Villa, para conocer la Torre de la Comare, que pertenece al conjunto arquitectónico del antiguo Palacio Condal, hoy desaparecido, aunque nos podemos imaginar lo grandioso que era visitando Museo Arqueológico. Allí se expone, entre otros materiales, la maqueta del Palacio Condal en su momento de máximo esplendor, un edificio de mucha relevancia en el marco de la arquitectura valenciana de los siglos XV y XVI.

Los últimos atractivos turísticos que visitamos fueron la Iglesia de Santa María y la Plaza del Ayuntamiento de Oliva. La Iglesia de Santa María es un templo de grandes proporciones, con tres naves de estilo neoclásico, construida a lo largo del siglo XVIII. Está construida sobre un gran desnivel, lo que facilitó la apertura de una espaciosa cripta, que hoy en día sirve como sala de exposiciones.

La ruta nos pareció una visita fascinante por Oliva. Conocer estas calles de Oliva desde dos puntos de vista, tanto como guía y como turista, fue una experiencia realmente enriquecedora.